Dependencia Emocional: 10 síntomas que ayudan a identificarla.

La dependencia emocional es un fenómeno complejo que afecta a numerosas personas en sus relaciones interpersonales, llegando a convertirse en un barrera para poder encontrar la libertad y la fuerza personal.

Sentir esta dependencia puede mantener un ciclo de satisfacción hacia las demás personas, buscando la aprobación y anteponiendo las necesidades de otras personas a las propias. Poder comprender nuestras cadenas emocionales y trabajar cuidando nuestra autosuficiencia es fundamental para preservar la salud emocional y el bienestar personal. 

Dependencia Emocional: qué es y cómo se manifiesta. 

Como se ha comentado, la dependencia emocional se manifiesta cuando una persona basa su felicidad y bienestar en la aprobación y atención de las demás, priorizando el complacer o centrar la actividad alrededor de otras personas, relegando las necesidades propias a un segundo o tercer plano.

Esta necesidad de agradar puede llegar a atrapar en relaciones poco sanas y que pueden hacernos sentir seres oprimidos en ese vínculo que se ha creado, perdiendo la perspectiva incluso de la propia vida y distorsionando la relación en sí misma.

En este tipo de uniones también podemos encontrar una falta de límites o límites difusos, un cuidado y atención excesiva hacia la otra persona. Las experiencias pasadas y las dinámicas familiares pueden contribuir a la formación de este tipo de patrón relacional, de dependencia emocional, siendo parte de la “mochila experiencial” que influye en la construcción de las relaciones que se establecen a lo largo de la vida.

Cuando se está viviendo una situación de estas características se puede sentir ansiedad, vergüenza y una intensa culpa cuando no se pueden satisfacer las necesidades de otras personas, pudiendo convertirse en vínculos limitantes, perjudicando a la otra parte (y a sí misma) más que ser figuras de ayuda.

Signos y Síntomas de la Dependencia Emocional

Identificar la dependencia emocional es crucial para abordarla. Algunos de los signos y síntomas comunes que suelen estar asociados a estas relaciones son el miedo al abandono, la necesidad constante de validación y la dificultad para tomar decisiones independientes y de manera autónoma. Veamos a continuación algunos de los indicadores más comunes:

    • Miedo a la soledad: 

Se puede experimentar ansiedad o incomodidad intensa al enfrentarse a momentos de soledad, buscando constantemente la compañía de otras personas para evitar sentirse abandonada. 

    • Miedo al abandono: 

La persona experimenta un temor irracional y profundo a ser abandonada. Este miedo puede conducir a manifestar comportamientos como la sumisión excesiva para evitar el rechazo.

    • Baja autoestima: 

La autoimagen se ve fuertemente influenciada por la aprobación externa. La persona dependiente tiende a basar su valía en las opiniones y acciones de los demás. Puede llegar a sentir que no se la valora plenamente si no se está en una relación.

    • Necesidad excesiva de aprobación: 

Se busca constantemente la aprobación y validación, sacrificando sus propias opiniones y deseos para obtener la aceptación.

    • Dificultad para establecer límites:

Puede ser complicado o difícil decir «no»,  establecer límites saludables, permitiendo que otras personas dicten las decisiones y acciones.

    • Priorización de la relación por encima de todo: 

La relación se convierte en el centro de la vida, y las necesidades y deseos propios quedan en segundo plano. Todo gira en torno a mantener la conexión emocional. Esta tendencia puede generar que se lleven a cabo muchas conductas salvadoras o de control hacia su pareja.

    • Dificultad para tomar decisiones independientes: 

La persona dependiente puede sentirse perdida o ansiosa al tener que tomar decisiones por sí misma, buscando constantemente la orientación y aprobación de otras figuras.

    • Evitar conflictos a toda costa: 

Se evitan los conflictos por temor a que puedan tener resultados como el distanciamiento o el abandono. Esto puede llevar a la supresión de sentimientos y necesidades personales.

    • Idealización de la pareja o figura de apoyo: 

Tendencia a idealizar a la pareja o a la figura de apoyo, ignorando o minimizando sus defectos. Esta idealización puede perpetuar la dependencia emocional.

    • Sacrificio excesivo: 

La persona está dispuesta a dejar a un lado sus propias necesidades y deseos para satisfacer a la otra parte, incluso cuando esto resulta perjudicial para su propio bienestar.

Reconocer estos signos y síntomas es el primer paso hacia la superación de la dependencia emocional. La autoconciencia y la disposición para abordar estos patrones son fundamentales para construir relaciones más saludables y alcanzar la autonomía emocional.

Muchas personas pueden estar en una relación no saludable sin darse cuenta, o negando la gravedad de su dependencia emocional. Es importante escuchar los instintos y evaluar la relación de la forma más objetiva posible para reconocer la dependencia emocional. 

Las cadenas emocionales que pueden existir en una relación dependiente impiden descubrir la verdadera fuerza y el verdadero potencial que tiene la persona.

Conclusión

En este artículo hemos identificado algunos de los signos y síntomas de la dependencia emocional, como forma de comenzar a trabajarla. En nuestro siguiente artículo hablaremos de cómo influye la dependencia emocional en nuestras relaciones y exploraremos diferentes estrategias para deshacernos de ella y cultivar nuestra autonomía. 

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